¿Qué contratos necesito en mi vida de emprendedor/empresario? La importancia de firmar un contrato.
Cuando una persona decide emprender, primero se concentra en la idea de negocio; en qué consistirá y a quién irá dirigido, suelen ser los primeros planteamientos que debe resolver. Luego, comenzará a analizar temas un poco más complejos, como la forma en que ofrecerá su producto o servicio, cómo lo va a producir (cuando sea el caso) y qué presupuesto necesita. Finalmente, materializa todas las ideas y pone en marcha la empresa: consigue un local, personal, proveedores y clientes.
No obstante, aunque todo lo anterior es importante, los emprendedores dejan de lado un aspecto fundamental al inicio de la empresa (y muchas veces, durante toda su vida, o por lo menos hasta que existe una contingencia): para el adecuado funcionamiento de todos sus recursos, es necesario contar con contratos.
Básicamente, un contrato es el acuerdo al que llegan las partes, respecto de aquello a que se desean obligar. Por ejemplo, si lo que quieres es vender tu coche, necesitas acordar con la persona que lo va a comprar todos los detalles de la operación: cómo, cuándo, a qué costa, etc. En ese caso, estaríamos ante un contrato de compraventa.
Ahora, seguramente te preguntarás ¿Para qué me sirven los contratos? Bueno, básicamente un contrato es el documento que te permitirá establecer qué quieres contratar, con quién, cómo deberán cumplirse las obligaciones, y las sanciones que pudiera haber ante un posible incumplimiento. Es útil no sólo para asegurarte de que se satisfaga tu necesidad; también protege los derechos de la otra parte, y será la base sobre la que se resolverán las controversias que puedan surgir entre tú y la otra parte.
Es recomendable establecer desde el inicio (con todos aquellos que tengan una relación con tus actividades), todas las condiciones de la relación, así como las infracciones en que pueden incurrir las partes ante un incumplimiento, pues de no hacerlo no podrás exigir que el otro contratante cumpla sus obligaciones, ni decir que el servicio o producto que te proporcionaron no cumple con las especificaciones que tú solicitaste; aún más, ante un conflicto, será mucho más complicado para ti probar que te asiste la razón y que, de ser el caso, tú eres el afectado.
Una vez que hemos entendido un poco más qué es un contrato, y por qué es importante que como emprendedor les prestes atención, vamos a hablar un poco más de cuáles son los contratos que son necesarios para brindar seguridad jurídica a tu negocio.
Únicamente para efectos de este artículo (pues ni la doctrina ni la legislación lo señalan así), podemos decir que los contratos que tu empresa necesita deben regular los siguientes rubros:
- Instalaciones: Esto comprende el lugar donde desarrollarás tu actividad; tanto si compras un inmueble, como si lo rentas, necesitas un contrato que regule dichas situaciones. Lo mismo aplica con el mobiliario que puedas necesitar.
- Proveedores: la naturaleza de tus proveedores dependerá de tu actividad; puede ser que necesites proveedores de insumos, necesarios para tu proceso de producción, o bien, que sólo requieras que te provean insumos básicos para cualquier negocio. En ambos casos, es necesario que celebres contratos con ellos, no sólo para los efectos ya señalados: también pueden ser necesarios para efectos fiscales.
- Clientes: Igual de importante es que celebres contratos con tus clientes, pues de eso dependerá, en gran parte, el adecuado funcionamiento de tu negocio.
- Personal: Para cualquier negocio, es de vital importancia el capital humano, por lo que debes celebrar contratos adecuados en función de las actividades y la naturaleza del trabajo de tu personal.
Los anteriores conceptos son generales, pues la cantidad y el tipo de contratos dependerán de tu actividad. Igualmente, sólo se refiere a los rubros esenciales que deberían ser regulados con contratos; toma en cuenta que existen más categorías igual de relevantes, pero que no son aplicables a todos los empresarios: podríamos hablar de flujo de efectivo (por ejemplo, contratos de préstamo), seguros, garantías, entre otros.
Generalmente, con el ánimo de iniciar o hacer crecer el negocio, los empresarios se enfocan en la operatividad del negocio, y no en los contratos que la regulan, dejando de lado la seguridad jurídica de sus proyectos. Por ello, es necesario que acudas con un asesor experto que te ayude a identificar las áreas en las que necesitas mayor soporte legal, y que te indique qué tipo de contratos necesitas acorde a tu caso particular, de forma que el patrimonio y los intereses de tu empresa, se encuentren protegidos.
Ideas clave:
- Contrato como guía de derechos y obligaciones de las partes.
- Regular principalmente los contratos relacionados con el personal, clientes, proveedores e instalaciones.
- Existen contratos accesorios de los principales, que son igual de importantes.
- Necesario para proteger los intereses y el patrimonio de la empresa.